Nos desahuciaron por impago de las cuotas
y habitamos desde entonces el olvido
de los atardeceres ruidosos y festivos,
del jardín del edén donde la vida brota.
Acertamos a llenar de palabrotas
el aire que habitaba el denso cielo
y fue un lento morir, un lento duelo,
hasta que llegaron volando las gaviotas.
y habitamos desde entonces el olvido
de los atardeceres ruidosos y festivos,
del jardín del edén donde la vida brota.
Acertamos a llenar de palabrotas
el aire que habitaba el denso cielo
y fue un lento morir, un lento duelo,
hasta que llegaron volando las gaviotas.
1 comentarios:
todo lo que nos descabalga de la vida de consumo superflo e inutil termina por aparcarse en el olvido por incomodo, es asi de cruel el mundo en el que vivimos...
salu2
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