Junto al muro de las lamentaciones
los niños juegan a la peonza.
Cada uno la baila a su manera:
se golpean, se cruzan, se entrechocan,
y vuelven mareadas
a las manos inocentes de sus dueños.
los niños juegan a la peonza.
Cada uno la baila a su manera:
se golpean, se cruzan, se entrechocan,
y vuelven mareadas
a las manos inocentes de sus dueños.
1 comentarios:
que buennnnnnnnnnnnooooooooo, los dos versos finales son la leche.
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