En el búnker
no se apaga la luz,
ni cae una noche
con estrellas fugaces,
un comandante ario
nos envía consignas
por correo electrónico:
"¡qué no pare la máquina!,
¡estamos rodeados
de crueles enemigos!".
En el búnker
crecen plantas carnívoras
a la luz
de un fuerte fluorescente.
no se apaga la luz,
ni cae una noche
con estrellas fugaces,
un comandante ario
nos envía consignas
por correo electrónico:
"¡qué no pare la máquina!,
¡estamos rodeados
de crueles enemigos!".
En el búnker
crecen plantas carnívoras
a la luz
de un fuerte fluorescente.
5 comentarios:
jajaja, pronto ves la realidad del bunque.
esta es fácil
todo se torna gris y espeso cuando la inquietud acecha
un abrazo
Habrá que dar de comer a esas plantas...
apleite: lo real es lo que tiene, que en cuanto de quitas las gafas, lo tienes delante :(
ana: quizá todo se torne gris y espero cuando es la quietud lo que acecha, quién sabe
josé: casi prefiero que las plantas sigan dieta estricta
Salu2 a los 3
yo estoy contigo, nada de dieta, a pan y agua, que se jodan.
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