La Reina Vale
Perdida como estaba, me senté en el trono de invitados de la reina, esperando acaso una palabra de aliento o una sonrisa que me animara a seguir. Recibí por toda respuesta una mueca, no sé si de dolor o de desencanto, quizá de ambas o de ninguna, y un "Vale. Habla con Blond Mount". Cogí mi bolso, lo vacié de cantos y me marché a la estación. Ya llevaba el tren un tiempo esperándome.
2 comentarios:
tu mami?
no, es la Pepa, del CPD, ja ja ja
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