Capas de pintura
Recuerdo que cuando era pequeña, mi abuela pintaba los tiestos de su casa de colores. Cada vez lo hacía de un color distinto, de manera que una capa de pintura ocultaba las imperfecciones de la anterior, y los tiestos parecían nuevos todos los veranos.
A mí me encantaba descascarillar la pintura. Un tiesto podía parecer verde, pero si lo observabas detenidamente veias algún lunar rojo. Por ahí, por la pequeña herida roja, empezaba a levantar poco a poco la pintura y siempre descubría un azul o un amarillo que se escondían debajo de los primeros.
Ahora, que ya no soy tan pequeña, me sigue gustando descascarillar los tiestos y descubrir que hay muchos más colores bajo la primera capa.
A mí me encantaba descascarillar la pintura. Un tiesto podía parecer verde, pero si lo observabas detenidamente veias algún lunar rojo. Por ahí, por la pequeña herida roja, empezaba a levantar poco a poco la pintura y siempre descubría un azul o un amarillo que se escondían debajo de los primeros.
Ahora, que ya no soy tan pequeña, me sigue gustando descascarillar los tiestos y descubrir que hay muchos más colores bajo la primera capa.
2 comentarios:
Buen simil de la cebolla y sus capas.-jjjjj
... y al pelar la cebolla, encuentras el tesoro.
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