miércoles, 27 de mayo de 2009

excESos

¡Se excesivo!,
cansada estoy de tus medias tintas;
déjate de suaves chupetones,
pasaste los quince,
pídete mordiscos que dejen heridas que se vean
en un pecho, ¡qué coño!, en una teta,
puestos a ser, seremos soeces,
dejaremos las sandeces para otros.

¡Se excesivo!
y si amas
no te conformes con el postre,
para tí, menú completo con café,
si puede ser,
y el cigarro de después
te lo fumas antes del segundo polvo.

¡Se excesivo!
si te ríes, a estruendosas carcajadas
que se oigan en cien kilómetros a la redonda,
y si vas a morir, que sea de diarrea aguda,
de sífilis o de alguna enfermedad rara y sin cura.

¡Se excesivo!
y si se esconde la vida búscala bajo la cama,
en el Google o donde te de la gana.
¡No la dejes escapar! y si la encuentras,
arráncale a mordiscos los botones
de su blusa de flores
y hazle el amor
(ya estamos otra vez con las sandeces),
te la follas bien hasta que quede exhausta
y diga ¡basta!

¡Basta ya!,
¡se excesivo!, por favor,
pon exceso en todo,
siempre fue mejor pasarse,
volverse loco,
que quedarse con los restos
que dejaron otros.

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