domingo, 23 de mayo de 2010

En el techo de la cocina
hay un inmenso agujero.

Lo mira muy despacio,
después mete los dedos
y los saca morados y con hielo.

Hace frío allá fuera,
murmura por lo bajo como si yo
no pudiera ya oirla.

Y es cierto que estoy lejos,
mientras vuelco en sus manos
un poco de aguaplás
que tape el agujero.

Es jodido el invierno,
murmuro por lo bajo como si ella
no pudiera ya oirme.

Con esa masa blanca
no tapas tu ese miedo,
mascullo yo entre dientes
y ella mete los dedos.

Ahora caben todos,
es grande este agujero,
lo mira más despacio
y al fondo, encuentra el cielo.

3 comentarios:

Blogger APLEITE ha dicho...

.......ummmmmmmmm........

no sé si lo he entendido mucho, lo he tenido que leer 3 veces para intentar pillarlo un poco, pero me ha gustado, sobre todo el ultimo parrafo!!!

espero que a quién va dirigido lo pille...jjjj

un beso

24 de mayo de 2010, 9:43  
Blogger Manolo Jiménez ha dicho...

No sé yo si al leer una poesía hay que ir más allá de las sensaciones que provoca, las primeras imágenes.

Las de este poema son espectaculares.

Abrazos.

24 de mayo de 2010, 10:16  
Blogger jens peter jensen silva ha dicho...

Un placer pasar por aquí de vez en cuando para leer poesías como esta.
Abrazo

28 de agosto de 2010, 14:40  

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