Nos desahuciaron por impago de las cuotas
y habitamos desde entonces el olvido
de los atardeceres ruidosos y festivos,
del jardín del edén donde la vida brota.
Acertamos a llenar de palabrotas
el aire que habitaba el denso cielo
y fue un lento morir, un lento duelo,
hasta que llegaron volando las gaviotas.
y habitamos desde entonces el olvido
de los atardeceres ruidosos y festivos,
del jardín del edén donde la vida brota.
Acertamos a llenar de palabrotas
el aire que habitaba el denso cielo
y fue un lento morir, un lento duelo,
hasta que llegaron volando las gaviotas.