martes, 28 de abril de 2009

Improductiva

Hoy me encuentro agotada de todo y de nada. Ha sido un día improductivo y me ahogo. Me falta el aire desde media mañana. Mi cerebro se ha puesto en huelga y está jodiendo mi ánimo. Clausuro hasta mañana, y cruzo los dedos y le rezo al dios de las letras para que mañana sea un día mejor.

domingo, 26 de abril de 2009

Capas de pintura

Recuerdo que cuando era pequeña, mi abuela pintaba los tiestos de su casa de colores. Cada vez lo hacía de un color distinto, de manera que una capa de pintura ocultaba las imperfecciones de la anterior, y los tiestos parecían nuevos todos los veranos.

A mí me encantaba descascarillar la pintura. Un tiesto podía parecer verde, pero si lo observabas detenidamente veias algún lunar rojo. Por ahí, por la pequeña herida roja, empezaba a levantar poco a poco la pintura y siempre descubría un azul o un amarillo que se escondían debajo de los primeros.

Ahora, que ya no soy tan pequeña, me sigue gustando descascarillar los tiestos y descubrir que hay muchos más colores bajo la primera capa.

viernes, 24 de abril de 2009

San Jordi - Cuando dos se convierte en infinito

A veces, la ilusión viene guardada en paquetes pequeños en los que cabe el universo, y elige como compañera una rosa roja y entonces, es doble ilusión. Si proviene de él, entonces sí: dos se convierte en infinito.

lunes, 20 de abril de 2009

Rehizo el mundo en una tarde

Salí a pasear con Dios y en una hora arreglamos el mundo: el dinero nacía en los naranjos, las balas se evaporaban al salir de las pistolas, los gilipollas morían de diarrea aguda, los guapos se transformaban en ranas y todos éramos felices. ¿Durará la magia hasta mañana?

{Para Dios, con todo el cariño de su Judas :D}

martes, 14 de abril de 2009

Botella al mar

De vez en cuando lanzo una botella al mar y cruzo los dedos para que las olas no me la devuelvan, para que viaje lejos, muy lejos y llegue hasta alguna playa. A veces ocurre el milagro y encuentro, varada en mi playa, otra botella con mensaje dentro.

martes, 7 de abril de 2009

Cuando dos se convierte en infinito

Juro que le dije dos. Ni uno ni tres, ¡dos! No dudé, ya lo había ensayado antes. Mi voz sonó clara. No dejé lugar para el error. Ella me enseñó los dos y yo asentí. Estábamos de acuerdo. Cuando terminó, pagué y me fuí a casa. Una vez allí me metí en la ducha, pensando si no serían más de dos. Salí, me sequé el pelo y... descubrí que me había mentido. No fueron dos, había sido infinito y volvía a tener el pelo corto.

Fíjate que tontería, y sin embargo

Fíjate que tontería
que no os veo en todo el día
y, sin embargo,
hoy echo de menos vuestras caricias,
vuestras letras de legañas y rayajos,
vuestros breves buenos días.

Fíjate que tontería
que en semanas como siempre
no nos vemos hasta el martes
o hasta el viernes
y, sin embargo,
hoy quisiera veros ya
y olvidarme de estar sola,
sola con la soledad.

{Para ellas, mis ángeles de la guarda ;)}