ensayos clínicos

uno a uno, repitieron nuestros nombres,
y al cruzar el umbral me gritaron
¡tú serás orfidal!... y les creí

yo sabía, porque mi madre lo repetía,
eso de los prospectos y los (d)efectos secundarios

el pis, sería sólo el primero,
uno de tantos,
las agujetas, vendrían después,
por último, el miedo

nos asignaron probeta
y grupo de ensayo

el mío estaba formado
por un par de tarados
pegados por un dedo del pie

no debemos perder de vista
que todos los trenes viajan a alguna parte,

aunque se llame vía muerta
y esté en medio de un campo de amapolas

no debemos perder de vista
el billete, el equipaje, el niño que llevamos de la mano
y que teme perderse

Dicen que va a llover.

Olvidaste el paraguas,
pero ya no recuerdas si fue
en algún paragüero.

Llamaron a la puerta el Aquí y el Ahora
y nos entretuvimos con las ensoñaciones,
con los pájaros grises que adornaban el cielo.

Pasados dos minutos, tiramos de la hoja
y les gritamos ¡entren! ¡entren deprisa, corran!,
pero se habían marchado.

Comenzaron las lluvias, trajo viento el otoño,
seguimos esperando al Aquí y al Ahora,
quietos, agazapados destrás de la mirilla.

Las hojas dieron paso al hielo de un invierno,
esperando quedamos, esperando seguimos.