A veces los camellos tenían sed.
Entonces recorríamos el desierto,
buscando un oasis.
Muchas veces terminábamos dando vueltas,
recorriendo una y mil veces los mismos pasos.
Es complicado seguir el rastro en la arena.
Entonces recorríamos el desierto,
buscando un oasis.
Muchas veces terminábamos dando vueltas,
recorriendo una y mil veces los mismos pasos.
Es complicado seguir el rastro en la arena.